14 de abril de 2012

¿Y ahora qué...?


Siempre ocurre igual lo que empiezo nunca acaba, la ola que todo lo impulsa con una violencia incontenible poco a poco se pierde en la distancia y no queda más que el eco de lo que emprendí. Cuando estoy bien no me sale y cuando estoy mal me da miedo oírme, y un día por otro lo dejo estar para ver si encuentro un mejor momento. Ha vuelto la ira, la incomprensión y el desaliento,..me arranqué la seda que me envolvía como capullo de crisálida y caí en un pozo amargo y oscuro donde no me reconozco, donde vuelven  a doler los ojos, el pecho y el alma. No quiero ser esa...no viniste aquí para dejarla salir sino para sacarla de mi vida y envolverme con tu luz,...ya casi no puedo ver, ya no encuentro tu olor, me cuesta encontrar tu sonrisa y me aferro a tu imagen con la furia de un titán...no te vayas, sin ti no puedo seguir...

25 de noviembre de 2011

¿Te acuerdas de mi?


Amanece y descubro que hoy no sé quien soy.  Algo me dejé en el camino y aunque me daba cuenta en el tránsito hacia mi nueva vida,... hoy más que nunca lo que sospechaba se hace realidad. No tengo ni idea de quien eres, no se porqué estas aquí ni como hemos llegado a este punto. Seguro que te conoci  pero la distantancia hoy es tan grande que se me desdibujan los detalles y no llego a percibirte. Dejar hacer, dejar pasar, dejar vivir para...olvidarnos por completo.
¿Recuerdas que una vez nos conocimos?....

24 de noviembre de 2011

Donde crees que vas,...donde está tu camino


Hoy lograré rendirme antes pero aun sigo peleando. El estado de alerta me mantiene lo suficientemente ocupada como para ser incapaz de emitir cualquier juicio de valor...y que mas da. Todas las noches a la misma hora oigo las mismas voces,...o ruidos. Acabaran por hacerme compañía, pura química o imaginación. ¡Que miedo me da la falta de control!
No se por donde seguir y ahora empiezo a dudar de donde vengo, todo se tambalea, como mis pies bajo los efectos de las pildoras de la felicidad, esas que cuando no hay mamá que lo haga te mandan a la cama sin piedad. Y otro día más sin emprender nada y resistiéndome sin sentido y sin parar.